El domingo 19 de septiembre, el volcán Cumbre Vieja entró en erupción en la isla canaria de La Palma. A día de hoy los daños son imposibles de cuantificar. Todavía es pronto para saber cuánta extensión quedará devastada (ya van más de 100 hectáreas consumidas), pero los daños naturales y materiales serán más que cuantiosos. La colada, que alcanza una altura media de seis metros, acaba con todo y muchos comienzan a preguntarse si será posible recuperar el terreno. Según los expertos, los ríos de lava que buscan su salida al mar, se dirigen a una zona principalmente agrícola donde se cultivan, sobre todo, plátanos.
El cultivo del plátano y la banana es el predominante en la isla de La Palma. La campaña del plátano se encuentra en su punto álgido al coincidir con el curso escolar. La exportación de plátano desde la isla es prácticamente continuo casi todo el año, de manera que también habrá que valorar como afecta esta catástrofe nacional a las vías de exportación, tanto marítimas como aérias del los cultivos insulares.
El volcán sigue activo y los ríos de lava siguen descendiendo, y aunque los expertos no saben determinar cuánto tiempo durará la erupción, habrá que esperar para cuantificar los daños causados.
Varios científicos del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), de Santa Cruz de Tenerife, están en La Palma para recoger ‘in situ’ muestras de lava y cenizas, porque las características de estos materiales recién expulsados por el volcán marcarán el futuro de la zona. “Generalmente, en los terrenos que son ocupados por las lavas no suelen reubicarse ni edificaciones ni cultivos, por lo menos a corto plazo”, explica a Teknautas Manuel Nogales, miembro de este centro de investigación y delegado del CSIC en Canarias, que desde hace pocas horas está sobre el terreno analizando el impacto del volcán en el ecosistema.
El presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (ASPA), Miguel Martín, ha descrito este lunes la “impotencia” que los trabajadores del sector primario de La Palma tienen ante el avance de la lava por el oeste de la isla tras la erupción en ‘Cumbre Vieja’.
Además, afirma que muchas de las viviendas que han sido afectadas pertenecen a agricultores, que aparte de poder perder su medio de vida, han perdido su hogar. Martín indica, no obstante, que aún “hay que esperar” a que finalice la erupción y subraya que para el último temporal de aire caliente había seguros agrarios que en principio no van a cubrir las explotacioneque se vean afectadas por la lava.
Además, ha mostrado su preocupación por que “si la lava se alarga en el tiempo” no se puede plantar ni recoger fruto y habrá una “paralización” de los cultivos.